La Atención Temprana es esa estimulación temprana o precoz, dirigida a niños/as de 2 a 6 años. Las sesiones durarán 45 minutos, dos veces por semana de manera individual. Su objetivo es dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos. Así pues, esta disciplina cumple una función social importante a la hora de dar una respuesta lo más temprana posible a las necesidades especiales que puedan requerir los niños en su etapa educativa y su vida en general.
Podemos desglosar una serie de objetivos concretos que derivan de la atención temprana, los cuales son:
– Minimizar déficit existentes y dificultades en el desarrollo.
– Eliminar limitaciones y adaptar las necesidades que surjan en el transcurso del desarrollo, así como tratar de reducir posibles consecuencias del trastorno.
– Adecuar el marco del niño e incluir a la familia dentro del plan de intervención en función de sus necesidades.